El pasado viernes 16 de septiembre de 2022 comenzamos un nuevo curso masónico en nuestro Taller con la Tenida de Instalación del nuevo Maestro Electo, que ocupará el trono del Rey Salomón como Venerable Maestro de la Logia hasta que sea elegido democráticamente otro Maestro para dicha labor.
Tuvimos la suerte de que nos acompañaran en tan importante ceremonia el Gran 1ª Vigilante Provincial de Andalucía, así como Respetables y Venerables Hermanos de las Respetables Logias Lessing 15 y de la Logia Patria de Alejandría de la Gran Logia de Argentina de Masones Libres y Aceptados .
Acabados los Trabajos de Familia que cerraron el Curso Anterior 2021/2022 se desarrolló la Tenida según el orden establecido siendo su parte principal la celebración de la Ceremonia de Instalación del Nuevo Venerable Maestro a quien su antecesor le entregó las regalías necesarias para desarrollar su año de Maestría.
Previamente se leyeron los informes de Secretaria, Tesorería y de los Censores de Cuentas; siendo éstas aprobadas por unanimidad
Del mismo modo, una vez instalado el Venerable Maestro se procedió a investir a sus oficiales para el presente curso masónico.
Concluyó el evento con el tradicional Ágape del que los Hermanos asistentes pudieron disfrutar y se realizaron además los brindis habituales, y algunos especiales para tan importante momento.
Comienza así un nuevo curso masónico en nuestra Logia, cargada de ilusión, para el que tenemos programado un intenso trabajo. Invitamos a todos los masones regulares que quieran trabajar con nosotros a visitarnos.
A.L.G.D.G.A.D.U.










Su aspecto era venerable desde que se inició. Siendo aprendiz ya era maestro. Era maestro en ética y honradez, lo era en fraternidad y armonía, y sabía como nadie alegrar cualquier reunión en la que participara. El fino humor gallego del que hacía gala era uno de sus signos positivos de identidad. Su experiencia vital le había convertido en un sabio, y en sus incansables visitas por otras logias, su presencia siempre era recibida con alegría y especial regocijo. Todos le conocían y todos le respetaban y le querían. Se hacía querer. Su sencillez y su serenidad eran la mejor prueba de su sabiduría. Era condescendiente con las imprudencias de los demás pero también sabía ser severo y estricto con las injusticias. Tenía una singular facilidad para mostrar el mejor camino a seguir, un camino siempre inspirado en su impecable conducta moral. Era un gran hombre lleno de sabiduría, un maestro en todos los sentidos, una buena persona, pero sobre todo era un magnífico hermano. Todo un orgullo para nuestra logia, todo un orgullo para Semper Fidelis. Todo un orgullo para la masonería española.
Su partida nos ha dejado un poco más solos. Los ágapes ya no volverán a ser como antes. No podremos evitar recordarle cuando, a los postres, siempre acababa interviniendo para contar alguno de sus innumerables chistes, siempre distintos y siempre concluidos con una socarrona sonrisa que les daban una gracia añadida. Tampoco olvidaremos su imagen, iPad en mano, sacando fotos o buscando una señal wifi para entrar en internet. Su colección de fotografías era inmensa, seguramente en un afán por recordar todos los buenos momentos que siempre hemos vivido en nuestra logia. Otras veces, muy a menudo, echaba mano del bolso de piel que siempre llevaba colgando del hombro, donde guardaba el iPad, y sacaba una vieja libreta tamaño octavilla. En ella tenía la costumbre de anotar sus impresiones sobre cualquier cosa que estuviese viviendo. Por alguna razón, en aquella libreta siempre escribía con mayúsculas y le gustaba alternar los textos con dibujos bastante bien ejecutados. Era un hombre peculiar que inevitablemente caía bien a los que le conocían, e inevitable era que fuese el mejor de los abuelos. Siempre que podía viajaba a Madrid para estar con ellos. No le bastaba con tenerlos en la foto de perfil de su teléfono.